viernes, 28 de abril de 2017

Leyendas del café

SÓLO QUIEN LO HA    
PROBADO VE EN SU    
AROMA LA PROMESA 
DEL DELEITE.               

Un gusto inimaginable es el poder tomar una deliciosa taza de café.

Existen varias leyendas sobre el descubrimiento del café, e incluso muchas versiones de cada una de ellas; se dice que "no es la historia, sino como la contamos".

Hacia el año 300 D.C. Kaldi, un pastor etíope, se dio cuenta de que sus ovejas tras comerse el fruto y las hojas de un arbusto se llenaban de vitalidad desenfrenada, saltando y corriendo alegremente (obvio, es una expresión), por lo que después de mucho pensarlo decidió probar el fruto de aquella planta que tanto animo daba a su rebaño.

Kaldi llevo unas muestras de frutos y hojas a un monasterio, donde los monjes por curiosidad las pusieron a cocinar. Al probar la bebida la encontraron de tan mal sabor, que arrojaron a la hoguera lo que quedaba en el recipiente. Los granos a medida que se quemaban, despedían un agradable y enamorable aroma.

Fue así como a uno de los monjes se le ocurrió la idea de preparar la bebida a base de granos tostados.


Otra historia remonta al siglo XIII, se cree que los ancestros etíopes del actual pueblo Oromo fueron los primeros en descubrir y reconocer el efecto energizante  de los granos de la planta del café, donde se cree que lo usaban en un preparado especial, este como estimulante para las largas jornadas ó para recorrer las grandes distancias y obtener energía extra.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario